Acerca del Parque Cedro Golf
El barrio Cedro Golf fue pensado desde sus fundadores como un barrio campestre en función de un campo de golf que solo fuera usado por sus residentes. La casona, vestigios de lo que alguna vez fue la Hacienda El Cedro, era la casa del club de golf. Esto fueron los inicios de lo que hoy se conoce como Parque Cedro Golf.
Con el inevitable paso del tiempo y con la llegada de más personas al barrio, muchas de ellas con otras preocupaciones e intereses, se fue modificando la estructura del campo y así, lo que antes permanecía cerrado para su conservación fue usado, tanto por propios como visitantes, de diversas formas. Algunos vecinos de la zona dejaron de pagar la administración que mantenía el lugar y los términos que preservaban la cancha como un lugar privado se vencieron, así que el distrito lo declaró público. La extensión del Parque Cedro Golf es de 37.428 metros cuadrados, de los cuales aproximadamente 33.453 son áreas verdes, es por esto que el parque ha sido catalogado como el pulmón ambiental de Usaquén por su alta arborización y es considerado por el distrito como parque vecinal. Esta tipología se caracteriza por ser áreas libres destinadas a la recreación, la reunión y la integración de la comunidad de un barrio. El parque no volvió a recuperar su carácter privado, así que actualmente es administrado por la IDRD, el DADEP y la alcaldía local de Usaquén.
A pesar de los cambios que han sucedido en el parque, desde hace muchos años atrás ha permanecido una comunidad organizada bajo la figura de la Junta de Acción Comunal (JAC), la cual existe con el fin de que la comunidad se apropie de la administración y la seguridad para que el parque no se vuelva tierra de nadie, sin ningún cuidado. La junta se articula con otras organizaciones para gestionar los asuntos del parque. Dentro de las tareas que realiza está el pago de los gastos de servicios públicos que generan el parque y la casona. Para esto, la JAC recurre a hacer eventos con los cuales reciben ingresos. Cabe mencionar que nadie da o recibe dinero, solo a un empleado se le paga por los servicios de aseo y mantenimiento mientras las demás labores como las del presidente, vicepresidente, las de los coordinadores, el tesorero o la secretaría, son voluntarias. Gracias a este trabajo colectivo, ha sido posible arreglar cualquier eventualidad que suceda pues, como expresan los vecinos del barrio, difícilmente el distrito acude a solucionar situaciones que allí se presenten.
